Valla los nervios comenzaron a recorrer todo mi cuerpo, mi rostro se comenzó
a poner rojo y lo que más me delata, mis orejas estaban demasiado rojas. Lo único
que pude hacer en ese momento fue asentir a lo que él dijo. No sé si se dio
cuenta de lo nerviosa que estaba, pues una vez que respondí mire a otro lado y
ya no lo mire hasta llegar a la escuela.
7 de enero de 2019…
Regresamos de vacaciones con la esperanza de que las cosas en todos
los aspectos fueran aún mejor que las del año pasado. Comenzando todos estos
cambios en aquel trasporte cuando mi actitud con el resto de compañeros
cambiara para bien. También Alexis comenzó a hablarme y aquel silencio que nos mantenía
alejados desapareció dejando que nos acercáramos
Para los siguientes días nuestras conversaciones eran cada vez más
largas. Tanto cambiaron las cosas que el paso de sentarse en la esquina a
sentarse en el mismo lado que yo, la primera vez que se sentó ahí yo me senté
enfrente de él. En ese momento él iba bordando una bufanda color rosa y yo sostenía
el estambre, mientras nos reíamos de las tonterías que decían los demás. Su
sonrisa es tan hermosa, tenía un brillo y sus ojos expresaban tanta felicidad que
provocaba que no lo dejara de ver y que me enamorara cada vez más. Después de
eso me comencé a sentar junto a él todos los días, Alexis y Gabriel siempre me querían
tirar del asiento pues yo me sentaba en la orilla, Alexis en el medio y Gabriel
en la otra esquina. Al final nunca lo lograron ya que yo siempre llevaba falda.
Lo único malo de estos cambios era que Alexis aun tenia novia y a mí no me
saludaba en la escuela, y lo que me incomodaba y molestaba era que siempre
estando con ella me miraba y hacia contacto visual conmigo.
Después del día de San Valentín, Alexis y su novia comenzaron a tener
problemas, como el que la chica era muy celosa y le pedía la contraseña de su teléfono
a Alexis. Se preguntarán como lo sé, y curiosamente su novia me lo dijo. Tiempo
después ellos terminaron y Alexis comenzó a hablarme en la escuela tanto que me
molestaba y hacia que lo siguiera por toda la escuela, para que me regresara
mis cosas o solo porque nos gustaba hacer eso. Por mi culpa Alexis se lastimo
accidentalmente varias veces como la que se cortó con la ventana o cuando se cayó
en las jardineras por escapar de mí. Ya que nos habíamos vuelto un poco más
cercanos y entre nuestras conversaciones, me di cuenta que el destino nos quería
unir desde hace mucho tiempo. Algunas cosas que hacen llegar a esta conclusión son:
1. Nos pudimos haber conocido en primaria, pues a
la que asistió él es un que está cerca de mi casa y yo iba a asistir ahí, pero
por decisiones de adultos no fue así. También lo pude conocer ahí porque mi tía
era la quien atendía en la cafetería y yo luego la visitaba en horarios de
clase, o si yo hubiera estudiado ahí nos iba a tocar en el mismo grupo que
puesto que era el único.
2. Cuando salieron los resultados de asignación de
escuelas secundarias, ambos nos quedamos en la misma, pero no era la que queríamos
y nuestros padres decidieron que nos cambiarían. A sí que llegamos a la misma
secundaria conociéndonos en el transporte.
3. Un día curiosamente la tenía cita media,
recuerdo que fue un jueves 5 del cual no recuerdo el mes y yo también tenía una
cita médica el jueves 5 de ese mismo mes. Bueno ese día mi mamá fue por mí para
ir a la cita, llegamos al lugar y una media hora después llego Alexis con sus papás.
Y si fue algo que ninguno de los dos se espera, luego al entrar con los
doctores nos tocó estar de frente.
Bueno solo nos podíamos ver en las mañanas y durante la estancia en la
escuela, pero en la salida no, era una lástima que nuestros horarios de salida
no fueran los mismos en toda la semana. Así que yo Annie me armé de valor y decidí
pedirle su número.
19 de marzo de 2019…
Es día era un viernes por la mañana, Alexis estaba jugando futbol,
aunque no lo jugaba muy bien. Bueno yo me encontraba en las gradas observando y
riéndome de lo torpe y lindo que se veía jugando un deporte que no era para él.
Cuando ya casi era hora de entrar a clases, escribí en mi teléfono “Medas tu número”
y el asintió con su cabeza. El comenzó a dictarme su número, pero tenía tantos
nervios que escribí números al azar, él se burló de mí, así que el mejor lo escribió
y después él se fue a su salón.
Una compañera se enteró que le pedí su número a Alexis, y me quito el teléfono
para mandarle un mensaje ya que yo me arrepentí de haberlo pedido y lo quería borrar.
Ella le envió un ¡Hola!, cuando me devolvió el teléfono más tarde yo borre el número
pues me olvide que envió el mensaje.
Por la tarde, fui a recoger a mi hermana a su escuela y en el camino
me llego un mensaje.
- ¡Hola!,¿Quién eres? -…
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